Ante la actual crisis sin precedentes que afronta Argentina, desde la conducción empresarial de los distintos sectores económicos recalcamos la imperiosa necesidad de mantener la continuidad de la actividad económica y la preservación de empleos. Comprendemos las complejidades y las ansiedades que todos enfrentamos en estos tiempos difíciles. Sin embargo, creemos que es crucial, especialmente ahora, sostener la productividad y el empleo para evitar daños mayores.

Sin desestimar las razones que impulsan dicha medida ni derecho a la huelga y a la protesta, la dirigencia de los sectores productivos locales interpreta como apresurado asumir una medida de fuerza en esta coyuntura.

Desde el lugar en que nos posicionemos –sea el de un trabajador, un empresario o un funcionario- resulta obvio que cada uno está tratando, desde su margen de acción, resolver el día a día. Y en ese contexto entendemos que hoy sólo hay margen para procurar revertir la pérdida de actividad o de puestos de trabajo.

Es entendible la angustia de muchos argentinos –nadie está ajeno a ella hoy – y para establecer la confianza, al menos en esta etapa, los distintos sectores económicos no podemos pensar en herramientas que impliquen suspender la actividad: la urgencia nos obliga a todos los involucrados en la generación de empleo y trabajo a tratar de llegar a acuerdos básicos para potenciar la actividad y comenzar a dejar atrás esta crisis de magnitud inédita.