A 48 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 el Colegio de Psicólogos-Distrito VIII convocó a una de sus matriculadas, la Lic. Catalina Chediac, a reflexionar acerca de la importancia de conservar, garantizar y cuidar los derechos adquiridos para que nunca más se admitan su avasallamiento y vulneraciones.

Asimismo, desde su Consejo Superior y en línea con lo que reafirma el COLPSIBA (Colegio de Psicólogos de la Provincia) ratifica uno de sus premisas fundamentales: sin memoria no hay salud mental.

Ejercer la profesión en el marco de los derechos humanos

"Quiero empezar esta reflexión partiendo del juramento que realizamos al inicio de nuestra actividad profesional: estamos comprometidos a ejercer nuestra profesión en el marco de los derechos humanos, lo que implica toda imposibilidad de complicidad de ser partícipes en cualquiera de sus violaciones y vulneraciones.

La memoria construye la identidad tanto en lo individual como en lo colectivo. Es lo que nos permite comprender el presente y construir el futuro, elegir nuevos caminos rescatando proyectos y sueños individuales y colectivos.

Hace 48 años se instaló en nuestro país una dictadura cívico-militar caracterizada por la irracionalidad que se extendió a través de un plan de exterminio organizado en todo el país desde el poder del Estado, con el objetivo de hacer desaparecer gran parte de la población, ésa que se encolumnaba en movimientos populares organizados, sociales, sindicales y políticos, que buscaba generar transformaciones en la sociedad. A ellos los movía la búsqueda de una patria mejor para todos: eran los insurrectos, los rebeldes, a quienes esa irracionalidad hizo "desaparecer" a través de la tortura y la muerte en lugares clandestinos.

En el marco de este nuevo aniversario convocamos a los colegas y al público en general a tener una mirada responsable respecto de lo sucedido en la última dictadura, a contraponer la realidad hallada, documentada y vertida en los juicios de lesa humanidad cada vez que aparecen los discursos negacionistas y de odio. La reapertura de esos juicios permitió echar luz sobre lo sucedido en esos años: saber qué pasó, de qué manera, cuándo y quiénes fueron los actores, las víctimas y los genocidas. Fue un gran esfuerzo de la sociedad y del Poder Judicial que permitió instalar para la población un saber documentado al alcance de todos y que echa por tierra las posturas negacionistas que en estos tiempos se escuchan, sobre todo entre quienes no reconocen a las instituciones ni a la memoria, ni lo que ello significa.

Y quiero finalizar volviendo a nuestro juramento profesional: no debemos ser cómplices de la negación de la historia, de no ser así nuestro trabajo solo servirá para presenciar nuevas calamidades".

Lic. Catalina Chediac

Profesora y licenciada en Psicología. Integra el equipo de acompañamiento a las víctimas en los juicios de lesa humanidad y fue presidenta del Colegio de Psicólogos de la Provincia (1998-2004) del cual coordinó también la Comisión de Derechos Humanos. Ejerce su profesión de manera privada y se encuentra participando de la organización de las Jornadas de Psicodrama que se llevarán a cabo el 6 de abril.