La llovizna constante no amilanó al público ni a las más de 100 delegaciones que participaron de la fiesta patria más emblemática del calendario festivo. Poco después de las 10, el jefe de tropas Coronel Matías Augusto Zenteno Day y el intendente Miguel Lunghi realizaron el saludo de rigor para dar inicio al acto con la interpretación del Himno Nacional, prólogo emotivo para el paso de los numerosos vecinos de todas las edades, llegados de distintos puntos de la ciudad que participaron, en representación de instituciones escolares, peñas y asociaciones tradicionalistas, clubes y entidades deportivas, sociedades de fomento, colectividades, organizaciones militares y civiles y que, desde temprano concentraron a la espera de su turno para llegar al palco donde saludaron a las autoridades comunales.

El desfile abrió con las agrupaciones de veteranos de Malvinas y ex soldados movilizados durante el conflicto del Atlántico Sur, acompañados por los acordes de la Marcha de Malvinas, interpretada por la Banda del Ejército, quienes se llevaron los primeros aplausos de la mañana.

Luego fue el turno de las escuelas e instituciones educativas: cientos de alumnos desfilaron junto con sus familias y directivos de las instituciones, un gesto de patriotismo construido en comunidad, de respeto por la gesta de los hombres y mujeres de Mayo de 1810 que trasciende la efeméride escolar y movilizó a familias enteras a acompañar la iniciativa.

Los más chiquitos de las delegaciones participantes se ganaron la sonrisa y complicidad de todos los presentes, como fue el paso de las instituciones vinculadas a la danza que fueron realizando algunas destrezas a lo largo del Corredor del Encuentro sumándole color al cielo gris plomizo sin sol de 25, pero con la calidez de un público que acudió con equipos de mate y algún pastelito para disfrutar del espectáculo, hasta el final.

El cierre, como ya es tradición, estuvo a cargo de las agrupaciones automovilísticas y tradicionalistas de a caballo, un ritual esperado y festejado por la concurrencia que aplaudió el paso de sus vecinos.

El 25, sin sol, sigue asomando en la memoria y el presente de los tandilenses.