La Comisión Directiva del Movimiento Activista Animal (MP. 44.905) lanzó un comunicado a la población del partido de Tandil sobre la renuncia del director de Bromatología y Zoonosis, Federico Sánchez Chopa.

Desde la ONG queremos manifestar algunas consideraciones respecto a la implicancia de este hecho:

En primer lugar, hay que resaltar en un sentido positivo la visión autocrítica del Ejecutivo local, al aceptar sin oposición visible, la renuncia del funcionario. Esto deja de manifiesto lo siguiente:

Que se reconoce en la figura del saliente director, la incapacidad para llevar adelante el diseño de políticas públicas de salud animal, y el consecuente manejo y administración de fondos públicos tendientes a lograr las metas contempladas dentro de la normativa vigente – recursos, sobre todos los de capital humano y presupuestarios, más que suficientes para lograr las metas propuestas.

Que tanto la recientemente modificada ordenanza municipal nº 7.028/96 – reemplazada por la vigente nº 17.269/21 –, como la ordenanza municipal nº 9.740/05, como la vigente Ley provincial nº 13.879/08, nunca fueron cumplidas por la saliente gestión, siendo este hecho por demás perjudicial para toda la ciudadanía, dadas las negativas implicancias que ocasiona la súper población canina y felina en el partido de Tandil.

Que la ineficiente presencia del Estado en el área de Bromatología y Zoonosis demanda un cambio desde la gestión y conducción de la misma, hecho por el cual, a priori, se puede observar la no oposición a la mencionada renuncia, acontecimiento que habilita a la búsqueda de una nueva dirección, que se encuentre a la altura de las circunstancias.

En segundo lugar, pero no por eso de menor importancia, no queremos dejar de soslayar el hecho de que– como lamentablemente ocurre con frecuencia con los denominados cargos políticos – durante la gestión del saliente director, se incrementó tanto la planta permanente, como los contratos tercerizados, a través del Sistema Integrado de Salud Pública, siendo este incremento incongruente con los resultados de la gestión, considerándose un claro gasto y una deficiente utilización de fondos públicos, aportados por los y las contribuyentes.

En este sentido, cabe resaltar el hecho de que quien fuera el responsable de Bromatología y Zoonosis local, fue el principal precursor de la mudanza y reforma del actual predio de Zoonosis, obra que le costará al Municipio una suma cercana a los $10.000.000,00 (diez millones de pesos), siendo la meta a seguir, a partir de las prerrogativas de las normativas vigentes, el cierre de todo predio/refugio de zoonosis, toda vez que se logra el equilibrio poblacional de perros y gatos a partir de programas implementados por Municipios como el de Alte. Brown, entre otros.

Sin más, queremos manifestar nuestra presencia y apoyo a los vientos de cambio que se avecinan, poniendo nuestra experticia a disposición de toda aquella gestión que se oriente hacia el cumplimiento de la normativa vigente y ponga al Estado al frente de sus obligaciones.

Desde la ONG queremos manifestar algunas consideraciones respecto a la implicancia de este hecho:

En primer lugar, hay que resaltar en un sentido positivo la visión autocrítica del Ejecutivo local, al aceptar sin oposición visible, la renuncia del funcionario. Esto deja de manifiesto lo siguiente:

Que se reconoce en la figura del saliente director, la incapacidad para llevar adelante el diseño de políticas públicas de salud animal, y el consecuente manejo y administración de fondos públicos tendientes a lograr las metas contempladas dentro de la normativa vigente – recursos, sobre todos los de capital humano y presupuestarios, más que suficientes para lograr las metas propuestas.

Que tanto la recientemente modificada ordenanza municipal nº 7.028/96 – reemplazada por la vigente nº 17.269/21 –, como la ordenanza municipal nº 9.740/05, como la vigente Ley provincial nº 13.879/08, nunca fueron cumplidas por la saliente gestión, siendo este hecho por demás perjudicial para toda la ciudadanía, dadas las negativas implicancias que ocasiona la súper población canina y felina en el partido de Tandil.

Que la ineficiente presencia del Estado en el área de Bromatología y Zoonosis demanda un cambio desde la gestión y conducción de la misma, hecho por el cual, a priori, se puede observar la no oposición a la mencionada renuncia, acontecimiento que habilita a la búsqueda de una nueva dirección, que se encuentre a la altura de las circunstancias.

En segundo lugar, pero no por eso de menor importancia, no queremos dejar de soslayar el hecho de que– como lamentablemente ocurre con frecuencia con los denominados cargos políticos – durante la gestión del saliente director, se incrementó tanto la planta permanente, como los contratos tercerizados, a través del Sistema Integrado de Salud Pública, siendo este incremento incongruente con los resultados de la gestión, considerándose un claro gasto y una deficiente utilización de fondos públicos, aportados por los y las contribuyentes.

En este sentido, cabe resaltar el hecho de que quien fuera el responsable de Bromatología y Zoonosis local, fue el principal precursor de la mudanza y reforma del actual predio de Zoonosis, obra que le costará al Municipio una suma cercana a los $10.000.000,00 (diez millones de pesos), siendo la meta a seguir, a partir de las prerrogativas de las normativas vigentes, el cierre de todo predio/refugio de zoonosis, toda vez que se logra el equilibrio poblacional de perros y gatos a partir de programas implementados por Municipios como el de Alte. Brown, entre otros.

Sin más, queremos manifestar nuestra presencia y apoyo a los vientos de cambio que se avecinan, poniendo nuestra experticia a disposición de toda aquella gestión que se oriente hacia el cumplimiento de la normativa vigente y ponga al Estado al frente de sus obligaciones.