Una vez más, nos conmueve y duele un incendio en las Sierras. Una vez más la situación demanda un enorme esfuerzo de los abnegados bomberos.

No sólo se trata de apagar este fuego, sino de entender por qué y prevenir nuevos incendios.

Al menos todos los que se pueden evitar.

Las Sierras que se están incendiados son parte del paisaje protegido, y de acuerdo al Plan de Ordenamiento vigente son área rural. Es decir, no son áreas ni urbanas, ni urbanizables.

No obstante, todos en Tandil  tenemos la experiencia de ver que se construye donde no se debe y basta mirar  las Sierras  para ver  que están siendo invadidas por construcciones.

Como ya lo hemos visto, caminos e incendios son la avanzada del negocio inmobiliario.

Por eso, ante el inmenso incendio que se inició en Los Naranjos tenemos la obligación de estar alertas.

Si detrás de los incendios aparece la presión para cambiar la normativa, el uso rural y darle indicadores urbanísticos, esa será la principal  causa de los incendios.

También  si detrás de los incendios viene la construcción de facto y el municipio  en vez de detenerla e impedirla  la deja avanzar y a la larga la legitima, como viene haciendo.

No puede haber premio para los incendios si queremos evitarlos.

Por supuesto,  hay mucho por hacer en educación ambiental y por una gestión ambiental adecuada del paisaje protegido. En este sentido, la comunidad puede y debe darse la tarea de cuidar y proteger el patrimonio natural.  Pero sólo servirá si las autoridades ejercen las competencias que sólo ellas  pueden ejercer. Evitar la construcción de las Sierras es la principal medida contra los incendios.