El proyecto parte del reconocimiento de la necesidad de garantizar la inclusión y la integración de niñas, niños, adolescentes, y adultos con capacidades diferentes en las plazas y espacios verdes. Actualmente, muchos de estos lugares carecen de juegos y facilidades diseñadas para personas con movilidad reducida, lo que impide que disfruten plenamente de estos espacios.

La ordenanza propone que cada nueva plaza, plazoleta o espacio verde que se construya en Tandil debe incluir rampas de acceso y, como mínimo, dos juegos adaptados específicamente para personas con capacidades diferentes.

Además, se solicita al Municipio que adecue progresivamente las plazas y espacios verdes ya existentes, incorporando juegos y facilidades inclusivas. El objetivo es que todas las personas, independientemente de su capacidad física, puedan disfrutar de estos lugares en igualdad de condiciones.

El concejal García Allende explicó que "este proyecto surge a partir de la necesidad de lograr la inclusión e integración de niños, niñas y adolescentes, y adultos con capacidades diferentes y/o movilidad reducida, en las plazas, espacios verdes y zonas de recreación. Esto tendría que estar acompañado por las rampas correspondientes que faciliten el acceso a estos espacios, en todas las plazas, plazoletas o espacios verdes de Tandil, y además tener al menos dos juegos diseñados para tal fin".

La iniciativa también incluye una propuesta para involucrar a las escuelas técnicas del Partido de Tandil en la planificación, diseño y construcción de juegos y bancos inclusivos. Según el edil del bloque nicolinista, se podría convocarlas para que "planifiquen, diseñen y construyan modelos de juegos y bancos inclusivos explicitados mediante las acciones necesarias con el fin de llevar adelante este desafío con los alumnos de los últimos años de las instituciones mencionadas para que los diferentes grupos etarios disfruten de manera práctica y segura".

Los concejales esperan que el proyecto sea bien recibido y tratado en la comisión correspondiente, con la expectativa de que sea aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante. "Es una forma importante de garantizar el derecho de las niñas, niños y personas con capacidades diferentes, al juego, a la recreación y al esparcimiento", afirmó García Allende.

Además, subrayó la importancia de "superar las barreras psicológicas y culturales mediante la sensibilización social, estimulando de esta forma el entretejido de nuevas relaciones sociales que atiendan a la sociedad como la convivencia de múltiples diversidades".