08/10/2024
Como el poeta que se alimenta del brillo de la luna y de
esos otros retazos de la vida que tan solo sirven para crear la belleza
cotidiana; el cronista detiene su bicicleta en este domingo por la tarde y
alzando la vista ve el cartel, que, más que un indicador para automovilistas,
es una bandera de valores inconmensurables.
Altivo, Paco Serrano se presenta a los ojos de los vecinos
de la periferia como un faro de luz en un barrio que tiene a otros gigantes de
la aldea de antaño que hoy pretende ser la más importante ciudad intermedia del
país.
A unos metros de quien fuera integrante de la Junta
Promotora de los Estudios Universitarios en Tandil en 1963, está, con su
avenida, Antonio Salceda, el gran intelectual tandilense; y a la vuelta,
cuidando una plaza de carasucias de vuelo permanente, con sus manos fuertes y
conciliadoras, Francisco Lester, el querido dirigente político con
descendientes que enaltecen los escenarios de los teatros y de la vida social
lugareña.
En momentos previos a la recordación del medio siglo de la
Universidad Nacional del Centro, se posan en las alas de quienes aman la
historia regional forjada por hombres y mujeres de coraje apellidos ilustres
que soplan desde el fondo de la historia para que no dejemos de soñar por un
provechoso porvenir.
Texto y foto: Alejandro Latorre.
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