El proyecto de Terapia Asistida con Animales de Compañía del Hospital de Niños "Dr. Debilio Blanco Villegas" de Tandil, que ya supera las 430 intervenciones con perros especialmente entrenados, fue protagonista de una de las Charlas alrededor del fuego de FLAMA 2025, el ciclo que reúne experiencias transformadoras vinculadas al conocimiento, la innovación y la comunidad.

La presentación estuvo a cargo de Nancy Guerrero, médica pediatra y directora del Hospital, y de Teresa Lanusse, médica veterinaria y responsable del equipo Inka, amigo que ayuda.

Ambas compartieron con el público la historia, los alcances y las emociones detrás de un programa que une salud, ciencia y afecto, y que ya se convirtió en un modelo de atención humanizada reconocido en toda la provincia.

"A partir del pedido de un solo niño, se generó un proyecto que ya lleva más de 430 intervenciones", contó Guerrero, recordando que el Hospital de Niños de Tandil fue el primer hospital del interior del país en permitir la presencia de perros dentro de las salas de internación, e incluso en la unidad de terapia intensiva.

Desde su creación, el programa combina dos modalidades complementarias: las intervenciones mediadas por perros especialmente entrenados del equipo Inka y la posibilidad de que pacientes seleccionados sean acompañados por sus propias mascotas, luego de un exhaustivo análisis sanitario y conductual.

Hasta hoy, más de 20 niñas y niños pudieron reencontrarse con sus animales de compañía en el hospital, experiencias que marcaron su recuperación y la de sus familias.

"Los perros no reemplazan a nadie, pero suman. Humanizan el hospital, devuelven la confianza, abren una puerta al bienestar y a la ternura", explicó Lanusse, quien destacó el trabajo interdisciplinario junto al equipo médico y el compromiso por garantizar siempre el bienestar animal.

El proyecto se desarrolla bajo el enfoque de "Una sola salud", que reconoce la interdependencia entre el bienestar humano, animal y ambiental, y está acompañado por un protocolo sanitario y ético que garantiza la seguridad de todos los participantes.

Durante la charla, los asistentes también pudieron conocer a Olaf y Simona, dos de los protagonistas caninos del programa, que fueron recibidos con emoción por el público.

"Esto nos cambió la manera de mirar la salud -cerró Guerrero-. Nos enseñó que sanar no siempre empieza en un medicamento, sino en un gesto, una caricia o una cola que se mueve".