02/12/2024
Al conmemorarse este 3 de diciembre el Día Internacional de
los Derechos de las Personas con Discapacidad, como se viene realizando en los
últimos 20 años conjuntamente entre el Municipio de Tandil con todas las
instituciones que trabajan en pos de las personas con discapacidad, se ponen una vez más de manifiesto algunas de
las acciones que se llevan adelante para la construcción de una sociedad local
cada vez más inclusiva. Y al mismo tiempo, se deja visibilizar por intermedio
de políticas públicas llevadas adelante junto a diversas instituciones, que
hace más de 40 años trabajan por brindar a las personas del colectivo de
discapacidad oportunidades de desarrollarse, crecer y mejorar su calidad de
vida en la comunidad tandilense .
Ha sido la sociedad tandilense a través de ONGS,
organizaciones civiles y/o privadas la que ha llevado adelante gran parte de
los logros que se observan actualmente en nuestras ciudad, tales como centros
de día, educativos, terapéuticos, de trabajo protegido en cooperativa, micro
emprendimientos o competitivos, o centros recreativos deportivos, sumado a la
construcción de espacios terapéuticos.
De forma paulatina la sociedad tandilense ha ido generando
espacios cada vez más inclusivos permitiendo a las personas con discapacidad y
sus familias salir de los límites de la educación como única alternativa, a
través de la generación de espacios de
inclusión laboral, desde los espacios protegidos hasta competitivos. Al
mismo tiempo de las organizaciones que ofrecen contención y garantizan otros
derechos de las personas con discapacidad.
Uno de los primeros espacios
que nace en nuestra ciudad en 1983 es el Taller Protegido, un emblema
local.
"Desde hace años aprovechamos esta fecha para reflexionar
sobre los principales objetivos y avances de la agenda en el compromiso con la
inclusión que tenemos en Tandil, donde llevamos adelante muchas políticas en el marco de la promoción de
derechos de las personas con discapacidad consagrados en la Convención
Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad que nuestro país
adhirió en 2006", resaltó la directora de Discapacidad y Adultos Mayores
municipal, Lucía González.
Desde principios de los años 2000 se puso en la agenda
municipal las nuevas concepciones respecto a las personas con discapacidad y
sus derechos generando importantes cambios en la mirada y la oferta para las
personas con discapacidad junto a sus familias tanto a través de políticas como
promoción y acompañamiento a las organizaciones tandilenses y las propias
personas con discapacidad.
"Y acá estamos andando este camino junto a instituciones y
disfrutando, con mucho por sumar todavía, con los avances y la inclusión de mucha
gente, pero además, del compromiso ciudadano de acompañar", resaltó González.
El Taller Protegido
"El Taller Protegido surgió como una posibilidad, desde el
ámbito laboral, para que la persona adulta con discapacidad pueda desarrollar
un proyecto propio, empezando a romper con la idea de que es un niño eterno:
también crece, se hace adulta y tiene necesidades sociales, materiales,
sexuales, etc. y la sociedad debe estar preparada para una inserción real en
todos esos órdenes", adelantó la Lic. Gabriela Rivas, trabajadora social de la
institución que coordina Elisa Gutiérrez.
"De manera muy gradual, nuestras sociedades van
comprendiendo que las personas somos mucho más que un diagnóstico y la
discapacidad no escapa a estas nuevas interpretaciones. Antes, la persona con
discapacidad terminaba la etapa educativa y se quedaba en su casa al cuidado de
su familia, pegada a ese proyecto familiar que difícilmente permitiera
construir el propio. Hoy existe una mayor visibilidad desde lo social en
relación a la discapacidad y el desafío permanente de profundizar y sostener
esos cambios para pensarlos como adultos a quienes no solo los define esa
discapacidad sino que pueden insertarse laboralmente en proyectos
autosostenidos y competitivos en el mercado", agregó Rivas.
Al Taller Protegido acuden personas con discapacidad motora
e intelectual, mayores de 18 años. El trabajo que ahí realizan es variado:
elaboración de dulces, pickles, velas, fraccionado de miel, leña y tierra;
vivero, artesanías, recolección de materiales reciclables, venta domiciliaria,
usufructo del estacionamiento de la Terminal y todo tipo de emprendimiento que
resulte redituable y se convierta, para quienes asisten, en una propuesta de
trabajo.
"Nuestro objetivo es la inclusión, a través de la elaboración
de productos dignos de competir en el mercado. No queremos que la gente compre
solo para colaborar con el Taller porque trabajan personas con discapacidad.
Queremos que nos compren porque salimos a vender un producto de calidad y que
quienes lo elaboran y venden se sientan orgullosos de ese producto", sostuvo la
trabajadora social.
El Estado municipal los acompaña desde algunos trayectos que
ya funcionan como políticas públicas de larga data; una de ellas es la donación
del plástico que se recolecta en los distintos Punto Limpio. "Somos un Taller
Protegido de puertas abiertas, no exponemos a las personas con discapacidad
sino todo lo contrario: nos interesa compartir experiencias y aprender de esos
intercambios que nos permiten pensar en una sociedad que sea más inclusiva,
derribando miedos, desconocimientos y prejuicios", concluyó.
Además, el Taller Protegido como otras ONGS que trabajan
para, por y con las personas con discapacidad, acceden al beneficio otorgado a
partir de la ordenanza Carmen Biondi, sancionada en el año 2020, que prevé el
acompañamiento económico a las instituciones de acuerdo a su labor.
Esta ordenanza implica la consolidación de una política
pública en discapacidad, una herramienta que vincula al Estado con las
organizaciones independientemente del gobierno de turno, y con un sistema claro
y definido de asignación de recursos y con criterios objetivos.
Master Pizza Tandil
Hace un año y medio nació la cooperativa Master Pizza
Tandil, fundada por 5 familias de adultos con Síndrome de Down, con el
propósito de que tengan una posibilidad real de trabajo. Surgió como una
inquietud de algunos que acudían, desde hacía varios años, al taller de cocina
que se dictaba en la sala elaboradora municipal Santa Rita, un espacio de
socialización vital del cual la cocina es el lugar de encuentro
Al principio, el desafío de la autogestión parecía
inalcanzable: la inversión inicial para refaccionar las instalaciones de Duffau
442 -donde funciona el local de elaboración- salió de los bolsillos de las
familias de Milagros Ares, Oscar Ibarbia, Josefina Telechea, Matías Villar y
Luciano Pantuso quienes, bajo la coordinación de Loreley Daluicis y Guillermina
Yanuzzio, se lanzaron al proyecto de preparación de prepizzas que se venden en
distintos puntos de Tandil y se encargan a través de su página de Instagram,
@masterpizzatandil.
"Para mí es una
experiencia increíble y de felicidad diaria", subraya Loreley, mamá de una nena
con Síndrome de Down que se declara fan de la "coope" y que espera tener la edad
suficiente para sumarse al staff.
"Es alentador ver que no hay que esperar que la ayuda y la
respuesta siempre llegue de afuera. Hay oportunidades reales que se pueden
autogestionar y es muy poderoso el mensaje para las familias que iniciaron este
proyecto: no solo 'se puede' sino que el proyecto se sostiene en su totalidad
con los ingresos de lo que se produce y se vende".
En ese contexto, el Estado municipal gestionó ante Nación un
subsidio para la adquisición de un horno industrial y asaderas. "Todos nosotros
estamos convencidos de que Master Pizza es un comercio, no un taller recreativo
de cocina. En este proyecto cada quien cumple un rol y asume una
responsabilidad. Todos participan de la totalidad del proceso: desde la compra
de insumos hasta la venta. Creemos que somos un desafío que crece, del cual nos
enorgullecemos y también un ejemplo para quienes todavía no se animaron", dice
Loreley.
Taller para personas
con discapacidad visual en la Ludoteca
Ayelén Galbán tiene 27 años, es profesora de Lengua y
Literatura, integra el equipo docente del Departamento de Lenguas de la UNICEN
y dicta un taller en la Dirección de Juventud donde enseña los modos de adaptar
la tecnología de las computadoras para que las usen personas ciegas o con
discapacidad visual.
"El espacio en la Ludoteca es bastante reciente y surgió a
raíz de una demanda de la que se hizo eco la Dirección de Discapacidad del
Municipio. Poder enseñar el uso de esas herramientas achica la brecha entre la
posibilidad y la limitación. Es la manera que encontré -y con la que me siento
cómoda- de poder brindar algo útil al colectivo de personas con discapacidad
visual", sostuvo Ayelén para quien la literatura es un puente entre el mundo de
las obras y las posibilidades de transformar a las personas.
"Siempre tuve claro que me quería dedicar a enseñar y tuve
docentes que me aportaron otras miradas de la lengua y literatura, a pensar de
manera crítica y replantearme algunas ideas. Afortunadamente, también tuve
acceso a los materiales que necesitaba o quería leer porque estaban digitales o
en braille", destacó.
Ayelén se graduó del en el Instituto San José y actualmente
integra el equipo del Departamento de Lenguas de la UNICEN en el área Leo: "nos
especializamos en lectura, escritura y oralidad y, entre las cosas que hacemos,
también abrimos la puerta -desde que me sumé al equipo- al taller de lectura y
escritura en código braille. Desde su implementación el año pasado, ya han
pasado 4 cohortes de talleristas que leen y escriben en braille y recientemente
le incorporamos la edición y transcripción de materiales en ese código",
explicó Ayelén.
Ayelén dijo además, enfática: "siempre he hecho todo lo que
he querido". Desde chica, supo que quería enseñar y ha sido docente de
adolescentes en escuelas secundarias y adultos. "No ha sido fácil. En el camino
te encontrás con gente que desconoce mucho o no tiene interés en colaborar para
que nuestra sociedad sea un poco más inclusiva para quienes tenemos
discapacidad visual", agregó.
En los últimos años, los colectivos de las personas con
discapacidad han impulsado algunos cambios en sus comunidades, permitiendo
generar mayor grado de conciencia en relación con sus derechos y calidad de
vida, fomentando la multiplicación de espacios de desarrollo inclusivo y
reafirmando la defensa y resguardo de los derechos humanos de todas ellas, al
igual que sus libertades fundamentales.
"Creo que en nuestra sociedad se ha avanzado lentamente,
aunque también considero que la sociedad tiene tiempos de transformación
bastante lentos en relación con cómo avanzan nuestras vidas y nuestras
necesidades. El camino es complicado, a veces, y la tarea es continua, pero hay
que insistir y seguir generando y sumando herramientas y conciencia real de
inclusión", concluyó la docente.
En este tema es sumamente importante el desempeño personal,
la resiliencia de la persona con discapacidad y el apoyo de su familia o los
apoyos externos, pero si no existiesen las oportunidades los esfuerzos
personales no pueden visualizarse ni encontrar sus espacios. La sociedad
tandilense en ese sentido tiene una amplia gama de propuestas y avanza hacia
una mayor inclusión.
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