La deportista de Escualo fue la destacada de la delegación que participó en Fukuoka, en la máxima cita internacional de Natación Master. Obtuvo un séptimo puesto en la prueba de aguas abiertas y logró ubicarse entre las diez mejores en las competencias de los 50, 100 y 200 metros pecho.

La nadadora Guillermina  Barainca cosechó muy buenos resultados en Japón, instalándose dentro del Top Ten en reiteradas oportunidades. En los 50 pecho finalizó sexta, culminó novena en los 100 pecho y décima en los 200 pecho. Mientras que en los 200 combinados terminó 18°. Además, en la primera prueba del campeonato, sobre aguas abiertas, ocupó el séptimo lugar.

Fue una de las integrantes de la delegación de Escualo, al igual que Carlos Saumell, Andrés Errobidart, Silvia Ayala, Celeste Ortega, Natalia Alegro y Víctor Godoy.

"Mi principal objetivo, en lo deportivo, fue buscar mi mejor rendimiento hasta el momento e intentar mejorar mis marcas y mis sensaciones en las pruebas. Aspiraba a poder ubicarme al menos en una prueba dentro del top ten, disfrutando la posibilidad de vivir mi primer experiencia en un campeonato mundial. Si lo pienso desde mi exigencia siento que podrían haber sido mucho mejores los resultados pero hubo imprevistos pre carrera que te corren de eje. Igualmente todas las situaciones se pudieron sobrellevar y los resultados fueron muy buenos. De todos modos, siempre hay cosas por mejorar. Todo fue aprendizaje y experiencia", empezó diciendo Guillermina Barainca.

Más tarde reconoció cuáles fueron las cosas que más la sorprendieron al señalar que "el nivel de deportistas, ya que un campeonato así te da la posibilidad de compartir con gente de todo el mundo que, en muchos casos, se dedicó profesionalmente a la natación. Hay personas de otros países que entrenan para quienes entrenar es su trabajo. Se nota mucho la brecha entre, por ejemplo, ex nadadores olímpicos o de selecciones y los simples humanos que nadamos porque nos gusta y nos hace bien, en los ratos que podemos. También me sorprendió la calidad humana y la humildad de esos referentes de la natación ya que son personas que uno admira y que, tanto dentro como fuera de la pileta, demuestran simpleza y grandeza".

La nadadora también hizo un análisis de los resultados obtenidos y destacó que "tienen que ver con el trabajo durante los meses previos. Tenía claro que si iba a Japón mi objetivo era ir a buscar mi mejor desempeño. Se lo planteé a Diego (Bustos Rifé) y desde el primer minuto de esa decisión  armó la planificación de casi ocho meses en función de eso y de las pruebas que iba a nadar. Fueron meses de muchas horas de entrenamiento y  compromiso con el objetivo propuesto. El esfuerzo fue enorme, porque a mis jornadas de trabajo, de casi diez horas diarias y mi rutina de entrenamiento ya establecida, le sume tres días de doble turno en la pile, lo que significó dejar de lado muchas cosas e implicó un desgaste físico difícil de sostener en el tiempo. Además de acompañar con seguimiento nutricional (es celíaca y la alimentación en las competencias es un tema muy complejo), kine y osteopatía para aliviar algunos malestares que fueron apareciendo. Siempre confiando en que lo que se estaba haciendo era con buenas bases para buscar concretar los objetivos".

Después de haber transitado esta maravillosa experiencia deportiva y humana, Guillermina Barainca ya planifica el futuro y sus nuevas metas. "Mentiría si dijera que no tengo en mente el próximo objetivo. A pesar que ya se confirmó el mundial, en Doha para febrero de 2024, lo próximo a lo que apunto es el Panamericano, a realizarse en Trinidad y  Tobago en julio del próximo año. Si bien es difícil pensar que pasará de acá a un año, el foco y la motivación estarán puestos ahí ya que considero clave tener un objetivo concreto a donde apuntar para poder mantener el entusiasmo diario en los entrenamientos", concluyó diciendo la nadadora que logró cuatro Top Ten en el último mundial master realizado en Japón.