La iniciativa es novedosa en el país y busca determinar también las diferencias de acuerdo al lugar y las condiciones en que fueron plantados

En estos días se tomaron muestras de tarugos de madera de ejemplares del arbolado urbano para estudiar el crecimiento de los mismos en respuesta a la variación climática y a las condiciones en las que están instalados.

El proyecto estudiará los cambios que a través del tiempo presentan árboles de la ciudad  como plátanos, fresnos y ligustros en relación a la variación del clima. Pero también las que puedan existir entre los que crecen en calle angosta o avenida; con cazuela contenedora o plantados en vereda verde; arbolado de alineación vs. parques o plazas; en el centro o en la periferia de la ciudad.

Para ello se estudian los "anillos de crecimiento" mediante el pulido de las muestras y posterior análisis en laboratorio.

Estos estudios  -novedosos en Argentina con relación al arbolado urbano- forman parte de una tesis doctoral de una becaria del CONICET, en la que participan además científicos de dicha institución, del INTA y de la UNICEN, y cuenta con el interés y apoyo del Municipio de Tandil.

Se intenta contribuir al desarrollo de conocimiento acerca de los servicios ambientales, como el secuestro de carbono y la regulación microclimática, que nos proveen los árboles en nuestra ciudad para su optimización y manejo adecuado.

La información fue socializada en la pasada reunión del Consejo del Arbolado Público que coordina la concejala Sofía López de Armentia, por su rol como presidenta de la Comisión de Producción, Trabajo y Medio Ambiente.

De la reunión participaron  Walter Urso, director de Espacios Verdes Públicos del Municipio y los informantes de la investigación, María Elena Fernández y Javier Gyenge. Fernández y Gyenge son investigadores del CONICET y tienen una dilatada trayectoria en el tema.