Sábado 2 de julio, 19 horas, Alem 832, Tandil, provincia de Buenos Aires. Un grupo de vecinos se agolpa en el lugar y, aunque es testigo del encuentro entre Gerónimo Solané y la muerte, lo otro que sucede es aún más conmovedor: siente el engaño al que lo han sometido las voces oficiales sobre la historia más dolorosa en este “valle sereno”.

La punzante pluma de Nicolás Arizcuren; la cada día más delicada actuación de Franco Di Menna y las afinadísimas interpretaciones musicales de Jonatan Fuentes y Julián Rodríguez lograron que medio centenar de personas dejen de ser espectadores de la historia tandilense para apropiarse del relato y resignificarlo, apiadándose de la víctima 37 de 1872 que ahora, corrido el manto del engaño, tal vez descanse en paz.

Esa horrible criatura del horror al que todos los nacidos y/o criados en la tandilidad se enfrentaron se desvaneció en el escenario y adquirió la forma de la bondad, en comunión con la madre naturaleza, advirtiendo del peligro del “gran progreso”.

Como bien señalaron los creadores, lo de días pasados fue una experiencia escénica donde el público a través de sonidos, olores y estímulos se vio inmerso en el Tandil de hace un siglo y medio atrás, escuchando sus músicas, recorriendo sus calles de tierra, sintiendo las carretas y viendo a sus personajes para adentrarse en la trama de la matanza más grande del país y así por fin ser observador de los últimos minutos de vida del personaje más cautivante y misterioso: Tata Dios.

Para quien escribe este apunte se trata de una obra peligrosa, de esas que deben temer los difamadores.

Ficha técnica de Tata Dios: La Conjura de los notables

Dramaturgia y Dirección: Nicolás Arizcuren

En escena: Franco Di Menna, Jonatan Fuentes y Julián Rodríguez.

Diseño sonoro: @juli.rodri.guez

Voz en off Sarmiento: Julio Lester

Diseño gráfico: @fantomas_films (Facundo Lazarte)

Vestuario/utilería: Ana Seco, @debdogo

Postizos: Peluqueria @maslokaqtumadre

Soporte plástico: @ariel.stocco

Producción Gral: Ministerio de contracultura.

Nota de Alejandro Latorre.