La cadena Garbarino comandada por Carlos Rosales, tiene una deuda de más de 4.600 millones pesos y están pendientes los pagos de los salarios de unos 3.800 empleados, por eso la decisión de la empresa fue cerrar los locales en todo el país.

En la sucursal de Tandil los cinco trabajadores de la firma desde el mes de abril no cobran los sueldos y también se prevé el cierre del comercio.

En este sentido, el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio, José Larraburu, habló con PNT Diario Digital explicó que “los trabajadores de Tandil tenían miedo que sacaran toda la mercadería y por eso decidieron permanecer durante la noche en el lugar.”

“Nosotros estamos en asambleas permanentes y esperando a nivel nacional que se concrete una reunión con el Ministro de Trabajo de la Nación y representantes de la empresa para ver si se solucionaba el conflicto”, acotó.

Además, el sindicalista, aseveró que “vamos a acompañar a los trabajadores, además ésta situación está sucediendo en cada sucursal del país.”

Y luego, agregó: “Las dificultades económicas de la empresa se produjeron hace mucho tiempo, les pagaban los salarios en cuotas o los empleados estaban cobrando el REPRO, pero desde el mes de abril la compañía no les pagó los sueldos.”

“Garbarino debe los alquileres de todos los locales, no hay ni Internet y casi les cortan los servicios de luz porque la firma no realiza los pagos. Esto va más allá de las ventas, se trata de un vaciamiento de la empresa porque con la pandemia fue la firma que más vendió productos de manera on line, detrás de Mercado libre”, finalizó.