Desde el Sindicato de Trabajadores de Prensa de Tandil y Azul observamos con consternación el cierre de una nueva fuente laboral. En este caso, la planta de Loma Negra en Barker.

Una extensa lista de cierres y persianas que se bajan -que en Tandil incluyen a Metalúrgica, Río Paraná, Musimundo, La Capital- y un sinfín de despidos hormiga que dejan en el más absoluto desamparo a cientos de familias. La región tampoco escapa a este panorama: Fanazul, en Azul, Wados, en Juárez.

En el caso de Loma Negra, son más de 300 trabajadores que quedan en la calle, lo que pone en jaque, además, la idiosincrasia misma de una comunidad que creció junto a su principal fuente de empleo. A la crisis propia generada por una política nefasta de parte del gobierno nacional, que prioriza el juego y la especulación financiera por sobre la producción y la industria, se le suman los intereses de una clase empresarial que se aprovecha de una situación descontrolada que favorece el oportunismo de quien busca potenciar sus beneficios, a costa de la dignidad de los trabajadores.

Exigimos a nuestros gobernantes y representantes que arbitren las políticas pertinentes para cesar con esta política de despidos y pérdidas de fuentes laborales, que no sólo condena a la miseria a miles de familias sino que pone en jaque la armonía social de nuestras comunidades.

Desde nuestro gremio, que sufre como nunca las consecuencias de este modelo, nos solidarizamos con los compañeros de Loma Negra-Barker y con todos aquellos que ven cercenada su fuente de ingreso o condenados a aceptar condiciones de precariedad laboral para mantener su trabajo.